Ciutadella de Menorca se enorgullece de haber sido la capital de la isla desde la época musulmana hasta el s. XVIII, y que sólo perdió su capitalidad por decreto de invasores. Este carácter aristocrático se puede bien respirar en la singular belleza de la ciudad y en los títulos nobiliarios que ostenta. Gran cantidad de casas palacio y las nobles tradiciones acentúan aún más su carácter y alto rango.
Toda la ciudad ha sido declarada Monumento Histórico Artístico Nacional, y sus fiestas asimismo se consideran de excepcional interés cultural, sobre todo la Fiesta de San Juan, cuando se produce el Jaleo, impresionante exhibición con juegos ecuestres de origen medieval. Los aristocráticos jinetes ataviados en calzón corto, frac, sombrero de picos y espada, cruzan entre la multitud, con sus caballos encabritados, al son de la música tradicional.
Ciutadella, a diferencia de Mahón presenta una auténtica atmósfera mediterránea, y los cálidos y rojizos colores que decoran sus fachadas recuerdan a la estética veneciana. Su apretado casco antiguo, donde se suceden numerosos edificios de origen musulmán y medieval, bien merece ser visitado, especialmente en puntos de tal interés como:
El puerto
Enclavado en una ensenada natural, presenta un aspecto pintoresco de extraordinaria belleza que impresiona notablemente si se llega a él por mar.
La Contramurada
Un amplio paseo que rodea al casco antiguo y que está dispuesto donde originariamente estuvieran las murallas de la ciudad.
La Plaza de Born
Puede considerarse en centro neurálgico y corazón de la ciudad. En esta plaza, a la que da el Ayuntamiento, concurren turistas y mallorquines a disfrutar de sus agradables terrazas, o del cercano parque, donde se encuentra un obelisco en recuerdo al ataque turco de 1558, -los ataques de piratas berberiscos en aquella época eran muy frecuentes-.
Museo Nacional
(En la Plaza de Born. Abierto de 11.30 a 13.30. Domingos cierra.). Alberga una interesante colección de piezas arqueológicas medievales e islámicas e importantes documentos históricos.
La Catedral
Edificada en el s. XIV, sobre una antigua mezquita. Sufrió diversas reformas posteriores, sobre todo durante el s. XIX, por lo que tiene una interesante mezcla de estilos gótico y neoclásico.
Seis Voltes
Calles porticadas con gruesas bóvedas y muros encalados.
Hermosas casas palacio
Como lo son la Casa Saura, bellísimo edificio de los s. XVII y XVIII, el Palacio del Barón de Lluriach del s. XVIII, o el Palacio Martorell, del s. XVII.
Las iglesias
Entre las que destacan la Iglesia del Roser, del s. XVIII, y la Iglesia de San Francisco que data del s. XVI al XIX.
Naveta des Tudoms (A las afueras de la ciudad). Es una tumba prehistórica que constituye uno de los más importantes y mayores monumentos funerarios de la isla.
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